¿Qué debes hacer si quieres que tu hijo estudie en casa? ¿Es posible sacar el curso en los meses de verano?
El verano es para tu hijo tiempo de descanso, de diversión, de ejercicio, de estar en familia y de hacer lo que durante el año no ha podido disfrutar; incluso la opción de no hacer nada es tan valiosa como las demás pues despierta su creatividad y la capacidad de reflexionar.
En muchas ocasiones sometemos a nuestros hijos a un horario interminable durante el curso, bien, porque no tenemos opción por nuestros trabajos, o bien, porque queremos sacar lo mejor de si mismos. Pero, ¿qué pasa cuando estando de vacaciones nuestro hijo además tiene que estudiar? El nivel de estrés al que puede verse sometido puede influir directamente en el ímpetu que tenga para sacar adelante esas asignaturas “atragantadas”. No ha tenido tiempo de descansar cuando, ya está pensando en el mes de septiembre que no está a tan lejos. El tiempo que dedique en verano será imprescindible para superar los exámenes de septiembre.
Desde el colegio podemos daros algunos consejos para fomentar un tiempo de calidad durante el estudio además de proporcionar el descanso necesario.
1. Diseñar un tiempo de estudio de calidad:
Se puede aprender en una hora más que en 3 horas pero… ¿cómo? ¿Has probado a enseñarle a estudiar jugando?. Tomar herramientas de otras profesiones puede resultar de gran ayuda, por ejemplo, dar las noticias con el contenido de la materia, impartir una conferencia, grabarse en youtube, ponerle en el rol de profesor.. Muchas veces contextualizar el aprendizaje desde otro ángulo e introducir un componente lúdico, además de motivador, puede llegar a ser un verdadero reto para tu hijo…
2. Hacer una autorreflexión:
Una ventaja es conocer los errores que ha cometido durante el curso. Esto le permite ser consciente de sus puntos débiles y esforzarse para superarlos. Según Carmen Serrano, “cada profesor conoce bien a sus alumnos, trabaja con cada uno de ellos a diario y sabe cuáles son sus puntos fuertes y sus áreas de mejora. Por ello, son los más indicados para orientarles sobre cómo enfocar el estudio en verano”.
3. Motivar: Las paredes, los rollos de papel, las pizarras, los posIT son herramientas aliadas para plasmar ideas claves que le ayuden a anclar conocimientos. Otro elemento fundamental es afrontar la situación con actitud positiva, ayudar a tu hijo a visualizar los objetivos que desea alcanzar y hacerle ver que es capaz y que los va a conseguir.
4. Ser flexible pero constante: Lo bueno que tiene el verano es que los días son muy largos. ¿Por qué obligar a tu hijo a que estudie a primera hora de la mañana?. Quizá esté más dispuesto a estudiar por la tarde. Está demostrado que cada persona tiene diferentes ritmos y tiempos donde su efectividad es mayor. Descubre cuál es el de tu hijo y sácale ventaja, pero ¡ojo con la procrastinación!. Lo fundamental, independientemente de la hora y el tiempo elegido para el estudio es que esté programado y organizado. La constancia será parte fundamental del éxito.
5. Recompensar: Muéstrale que el esfuerzo tiene su recompensa haciendo algo en familia que le agrade.
6. Repasar: Con el repaso afianzamos conocimientos. Dedicar las dos últimas semanas antes de los exámenes y realizar esquemas de lo estudiado facilitan y fijan el aprendizaje.
7. Practicar deporte: La actividad física ayuda a oxigenar el cerebro y provoca la segregación de endorfinas, hormonas que ayudan a estar relajado y centrado, además de ser las responsables de la sensación de bienestar general.
Además de todo ello, si trabajamos con nuestro hijo sobre las ventajas que obtendrá si cumple con este plan en el verano y le hacemos ver que creemos en sus posibilidades y que confiamos en él, le ayudaremos a visualizar el éxito, elemento clave para cualquier reto o desafío en la vida, y no sólo para sus exámenes de septiembre.