El verano todavía no ha llegado a su fin, y aún es posible disfrutar de varios días de vacaciones. El periodo estival es una época de relax y desconexión para todos; sin embargo, en algunas ocasiones, no está exento de momentos de estrés o discusiones con los hijos o miembros de la familia. ¿Cómo podemos aprovechar las herramientas que nos proporciona la inteligencia y la gestión emocional para finalizar el verano sacándole todo su partido? ¡No te pierdas estos consejos!
Organiza tu tiempo con flexibilidad: a pesar de que en vacaciones contamos con tiempo libre y de ocio para disfrutar en los destinos y viajes elegidos, en muchas ocasiones pueden surgir imprevistos que modifiquen nuestros planes. Vuelos cancelados, retrasos de transporte, indisposiciones de algún familiar. Es necesario ser conscientes de que esto es bastante frecuente, y puedes aprovecharlo para trabajar con tus hijos el desarrollo de habilidades relacionadas con el manejo de la incertidumbre y la gestión emocional ante momentos de estrés. ¡No dejes que nada os arruine las vacaciones! Cualquier situación puede quedar en una simpática anécdota si se enfrenta con una actitud positiva.
Disfruta del momento presente: el verano es tiempo de recorrer ciudades desconocidas, playas de ensueño, o los rincones del pueblo donde trascurrieron las vacaciones de nuestra infancia. Cualquier lugar es una oportunidad para vivir experiencias nuevas o despertar recuerdos y revivirlos… ¡con todos nuestros sentidos! Inspirándonos en el mindfulness, podemos practicar la atención plena y consciente ante todos estos estímulos. Enseña a tu hijo a disfrutar del paisaje desde la ventanilla del coche, a sentir el olor del mar o del bosque en el que nos adentremos o a observar con atención a las personas de la nueva ciudad que visitéis.
Momentos en familia – momentos para cada uno: durante el curso escolar, la rutina no permite disponer de todo el tiempo que nos gustaría para conversar en familia y poder llevar a cabo actividades lúdicas o placenteras todos juntos. ¡Ahora es el momento! Sin embargo, también necesitamos momentos de tranquilidad e introspección (especialmente los adolescentes). Las vacaciones y los cambios de rutina a veces resultan abrumadoras emocionalmente, y es beneficioso contar con algunos instantes donde poder reflexionar, leer, o realizar cualquier actividad en solitario que permita recargar pilas y estar listo para unirse al grupo.
Desconexión digital: es divertido publicar fotografías veraniegas en redes sociales, y compartir con nuestros amigos y familiares todo lo que estamos viviendo. Pero no debemos dejar que esto ocupe la mayoría de nuestro tiempo, al igual que es ventajoso que los niños y jóvenes limiten también sus tiempos de tablet o móvil. Estamos en una época del año muy apropiada para favorecer la comunicación cara a cara y reducir la sobrecarga de información a la que nos vemos expuestos constantemente. Planea actividades alternativas que involucren a toda la familia y que sustituyan al tiempo gastado ante pantallas y dispositivos digitales. No es sencillo, ¡pero es posible!
Esperamos que os sirvan estas ideas y que disfrutéis de unas vacaciones estupendas y armoniosas para todos vosotros. ¡Nos vemos a la vuelta!